Una experiencia escatológica
Una de mis experiencias más escatologicas que he tenido, donde puedes realmente crecer como parte de esta logia, y entender todo el concepto a lo que la logia refiere. Fue mi segunda experiencia con los pequeños seres blancos delgados y con sombrero marrón, que emergen de las excrementicias del ganado.
Comencé a las 4 de la tarde, después de no imaginarme que en la zona donde me encontraba también emergían estos seres. Gracias a mi guru y viejo amigo Umberto – Umberto, un hippie de 60 años, y escritor; que me dijo “Oh claro que si ellos se encuentran siempre por aquí, si yo en mi buena época, la pasaba recorriendo todas las sabanas buscándolos, hasta que me dijeron que tenía que irme con ellos, eso fue horrible fue el juicio final, pero yo les dije que me dejaran un ratito mas, que esto aquí estaba muy chévere. Desde ese entonces no los he vuelto a buscar”.
Después de esas palabras, comencé mi búsqueda, una ardua labor haciendo un barrido de izquierda a derecha y viendo hacia abaja, un habito escatológico buscando en excrementicias, para encontrar sabiduría, o experimentar un poco con la alteración del supuesto equilibrio mental. Para luego obtener los siguientes resultados.
Excrementicias examinadas: 60.
Objetivos recolectados: 25.
Estos seres muy interesantes me recordaron a los Pitufos, eran blancos y cuando los tomabas con la mano su color comenzaba a ser azul. Cuál Gargamel después de dos horas de recolección comencé con la ingesta, elimine cualquier pensamiento de escatófago y acompañado con un mango verde; primero uno, luego, otro y dos más. Desde ese momento solo tuve que esperar unos minutos, para darme cuenta que el proceso escatológico como la logia lo indica había empezado. Los excrementos con el fin del mundo, unidos para encontrar un conocimiento.
Poco a poco las sensaciones de bienestar, un poco de sentimentalismo. La noche caía y las estrellas anunciaban con su brillo la llegada de todo lo que venia. Sin caer en detalles de todo lo que pasó me quede solo por un largo tiempo hablando con la luna, con el becerro, con las luciérnagas, con los murciélagos, con todo aquello extraordinario que me envolvía. Hasta caer en un dilema paranoico a la cual la logia se refiere. Para luego despertar en la cabina de una camioneta pick up con la figura de mi padre golpeando la ventana.
Comencé a las 4 de la tarde, después de no imaginarme que en la zona donde me encontraba también emergían estos seres. Gracias a mi guru y viejo amigo Umberto – Umberto, un hippie de 60 años, y escritor; que me dijo “Oh claro que si ellos se encuentran siempre por aquí, si yo en mi buena época, la pasaba recorriendo todas las sabanas buscándolos, hasta que me dijeron que tenía que irme con ellos, eso fue horrible fue el juicio final, pero yo les dije que me dejaran un ratito mas, que esto aquí estaba muy chévere. Desde ese entonces no los he vuelto a buscar”.
Después de esas palabras, comencé mi búsqueda, una ardua labor haciendo un barrido de izquierda a derecha y viendo hacia abaja, un habito escatológico buscando en excrementicias, para encontrar sabiduría, o experimentar un poco con la alteración del supuesto equilibrio mental. Para luego obtener los siguientes resultados.
Excrementicias examinadas: 60.
Objetivos recolectados: 25.
Estos seres muy interesantes me recordaron a los Pitufos, eran blancos y cuando los tomabas con la mano su color comenzaba a ser azul. Cuál Gargamel después de dos horas de recolección comencé con la ingesta, elimine cualquier pensamiento de escatófago y acompañado con un mango verde; primero uno, luego, otro y dos más. Desde ese momento solo tuve que esperar unos minutos, para darme cuenta que el proceso escatológico como la logia lo indica había empezado. Los excrementos con el fin del mundo, unidos para encontrar un conocimiento.
Poco a poco las sensaciones de bienestar, un poco de sentimentalismo. La noche caía y las estrellas anunciaban con su brillo la llegada de todo lo que venia. Sin caer en detalles de todo lo que pasó me quede solo por un largo tiempo hablando con la luna, con el becerro, con las luciérnagas, con los murciélagos, con todo aquello extraordinario que me envolvía. Hasta caer en un dilema paranoico a la cual la logia se refiere. Para luego despertar en la cabina de una camioneta pick up con la figura de mi padre golpeando la ventana.
Continuara......
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